10. " DIOS PROVEE, SIEMPRE PROVEE "
✋"Dios no sana a los enfermos sin la ayuda de los medios de curación que están al alcance del hombre; o cuando los hombres se niegan a ser beneficiados por los simples remedios que Dios ha provisto en el aire puro y el agua".
"El Señor le dijo a Ezequías que le perdonaría la vida por quince años, y como señal de que cumpliría su promesa, hizo que el sol retrocediera diez grados".
- Isaías 38:1-5
- ¿Por qué el Señor no puso su poder directo y restaurador sobre el rey Ezequías?
- Isaías 38:21
Le dijo que aplicara una masa de higos a su llaga, y ese remedio natural, bendecido por Dios, lo sanó. El Dios de la naturaleza dirige al agente humano a usar remedios naturales ahora.
✋"Hay muchas maneras de practicar el arte de la curación, pero sólo hay una manera en que el Cielo lo aprueba. Los remedios de Dios son las simples agencias de la naturaleza que no agravarán, ni debilitarán el sistema a través de sus poderosas propiedades.
El aire y el agua puros, la limpieza, una dieta adecuada, la pureza de vida y una firme confianza en Dios son remedios para la necesidad de la cual miles están muriendo.
- "¿Continuarán los médicos recurriendo a las drogas, que dejan un mal mortal en el sistema, destruyendo esa vida que Cristo vino a restaurar? Los remedios de Cristo limpian el sistema. Pero satanás ha tentado al hombre a introducir en el sistema lo que debilita la maquinaria humana, obstruyendo y destruyendo los arreglos finos y hermosos de Dios. Los medicamentos administrados a los enfermos no restauran, sino que destruyen.
- Las drogas nunca curan. En cambio, colocan en el sistema semillas que tienen una cosecha muy amarga. El Señor ha provisto antídotos para enfermedades en plantas simples".
2 Selected Messages, pp.286-289
- Isaías 38: 1
- El Señor es soberano sobre nuestras vidas, de Él depende nuestra vida, y de nosotros depende doblegar nuestra voluntad y hacer la voluntad del Señor.
- Pon tu casa en orden: es un mandato que debemos tener muy en cuenta en nuestro diario vivir. La relación con nuestro bondadoso Señor, con nuestra pareja, con nuestros hijos, en la economía de nuestro hogar, con nuestra salud, con la salud de nuestra pareja, con la salud de nuestros hijos. Ordenar nuestra casa es bendecir a nuestro prójimo, siendo ejemplo y cumpliendo el mandato del Señor.
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